El tema que aborda este trabajo se inserta en el estudio historiográfico de un  artista de la denominada provincia colombiana. Desde una mirada de lo local, se pretende realizar un ejercicio de carácter monográfico que indague en los discursos poco estudiados de un arte colombiano construido bajo el esquema de centro-periferia, en donde la provincia se ha visto como una receptora de las pautas dictatoriales que han sido divulgadas desde el centro.

 

Hoy en día es de suma importancia para los discursos historiográficos, el estudio, evaluación, visualización e inclusión, de los procesos artísticos de regiones que han permanecido desapercibidas e incluso inexistentes para la historia del arte colombiano. Esta mirada particular, que se pregunta por lo local, está comenzando a poner en boga, obras, artistas y movimientos que han permanecido al margen de la historiografía colombiana; con respecto a  esto, podemos citar entre otras investigaciones las siguientes: Judhit Márquez “en un lugar de la plástica” y Lucy Tejada “años cincuenta”, realizadas por el grupo de investigadores colombianos “en un lugar de la plástica”, en las cuales se hace un merecido reconocimiento a la obra y a la trayectoria de estas importantes artistas de la región cafetera. Para nuestro caso puntual, se estudió al escultor caldense Guillermo Botero Gutiérrez, en un interés por indagar sobre los aportes realizados por este artista al campo del arte local y nacional.

 

Botero Gutiérrez, nació en la municipalidad de Pácora departamento de Caldas, el 17 de abril de 1917, fue alumno fundador de la Escuela de Bellas Artes de Manizales, y fue uno de los primeros escultores colombianos que entre las décadas del 40 al 60 hace presencia en gran parte de los países latinoamericanos, entre ellos: Ecuador, Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil. Su prolífica producción artística se produce entre las décadas del 40 al 90. De carácter escultórico en su totalidad, presenta características propias de un pensamiento formado bajo influencias de postulados marxistas, con referencias de carácter precolombino, mestizo, americanísta e histórico; características que se mantienen como distintivos en todo el desarrollo de las esculturas de  mediano y gran formato, mientras que, en las esculturas de pequeño formato, principalmente las elaboradas en los últimos años de su carrera, se percibe una fuerte tendencia a la experimentación con la materia (vidrio principalmente), en una búsqueda hacia la consolidación de un universo abstracto. Obras de grande, mediano y pequeño formato, elaboradas en diferentes materiales: madera, cerámica, piedra, concreto, metal y vidrio, dan gran variedad al conjunto escultórico desarrollado por este artista; es de señalar que en todas se percibe un aire figurativo y geométrico el cual no pretende aspectos realistas, ni aferrarse de lleno a las corrientes artísticas y estéticas de la época, por mencionar: los llamados Bachué, que en el ámbito nacional marcaron lineamientos estilísticos de cargado realismo, el movimiento muralista mexicano y la influencia de las vanguardias europeas.

 

Este escrito monográfico ha sido desarrollado bajo una estructura de tres capítulos que dan cuenta de la relevancia de revisar la obra de este artista, analizando algunos de los determinantes que lo llevarían al desarrollo de una importante cantidad de obra escultórica de gran formato, tanto pública como privada, de los momentos cruciales en los que surgieron algunas de ellas, y de la particular técnica con la que las desarrolló, sin la pretensión de asentarlo o encasillarlo en un grupo o movimiento en particular.

 

El primer capítulo, desarrollado en dos partes, pretende mostrar las influencias de el entorno en la formación de un artista. En la primera parte, denominada: Alumno fundador, se describen los inicios de un joven escultor proveniente de una familia estructurada bajo posturas patriarcales, en una sociedad conservadora arraigada a fuertes principios políticos y religiosos, discursos y postulados que desde un pensamiento beligerante y de oposición cuestionará y cuestionarán a Botero Gutierrez. También se describen sus inicios como alumno fundador de la Escuela de Bellas Artes de Manizales y la importancia de la beca que le fue otorgada por el departamento de Caldas para estudios en el exterior. En la segunda parte del capítulo, denominada: El encuentro con posturas ideológicas, se examinan aspectos relevantes de su trasegar por los países de sur América, principalmente los del cono sur, países donde sostuvo entrañables relaciones con los principales intelectuales de la época, personajes de pensamiento revolucionario y con tendencias americanistas; además de sus relaciones con los principales representantes del arte en aquellas regiones del continente, elementos estos que le permitieron formarse como un artista integral tanto en pensamiento como en desarrollo de técnica.

 

El segundo capítulo, también desarrollado en dos partes, habla de la reinserción de Botero Gutiérrez a Colombia en la década del 60, y de la forma de como las condiciones económicas, sociales y culturales de un país y especialmente de una región, en un momento específico de la historia, permiten el surgimiento de imágenes, que por lo que representan, se convierten en importantes documentos que bajo la pesquisa del historiador del arte, permiten ampliar la brecha del conocimiento en un campo que como el de la historiografía, es incipiente en nuestro país. Es así, como en el primer aparte denominado: Botero regresa cuando Traba domina, se presenta una relación del contexto y de los discursos que primaban para ese entonces en el panorama artístico colombiano, en donde la figura del crítico de arte era determinante para el surgimiento de un artista y su posicionamiento en el medio. La segunda parte denominada:  Manizales durante las décadas del 60 al 70, contexto para la creación de una obra de arte, muestra como las condiciones específicas de una región, en un punto determinante de su historia, le permiten a un artista desarrollar una producción importante de imágenes que son sustanciales desde sus dimensiones simbólicas, políticas y sociales.

 

El tercer capítulo, es una mirada al desarrollo de la técnica escultórica del mural realizado bajo el procedimiento de talla en madera empotrada a la pared. La cual, según los resultados que arroja hasta ahora este trabajo de investigación, posiciona a Botero Gutiérrez como el primer artista del contexto escultórico colombiano en desarrollarla de una forma amplia, a gran escala y con altos desarrollos técnicos. Este es un capítulo que da cuenta de las especificaciones de esta técnica, y de cómo desde la postura del artista-artesano, con la cual se identificó profundamente Botero Gutiérrez, la práctica concreta y el pensamiento del artista, como factor que permite desarrollar propuestas en las que se trasciende el mero que-hacer, entran en un diálogo que posibilita la expresión de testimonios y vivencias de un pueblo, que traducidos en obras plantean los discursos de tiempos revolucionarios y plasman las grandes motivaciones enraizadas en un contexto humano y cultural.

 

Por último, las fuentes analizadas en este trabajo pertenecen a diferentes etapas de Botero Gutiérrez, en las cuales se ve el desarrollo de aspectos que son diferenciadores en cada uno de los períodos en los que ahondo, fuentes que permitieron adentrarnos en un “bosque” lleno de particularidades tanto personales como profesionales, donde se develaron algunas de las transmutaciones que durante el tiempo de su carrera artística dio a la materia (especialmente la madera). Se revisaron videos, fotografías, correspondencia y objetos que evidencian y testimonian la vida del artista, los cuales son necesarios para dar una mirada sobre la personalidad y trayectoria que contribuyó a configurar una estética particular desplegada en su obra.

 

Cabe anotar, que se recopiló, seleccionó y clasificó el material producido y publicado en periódicos (Diario La Patria de Manizales, Periódico Sábado de Bogotá – 1952, Diario El País de Montevideo Uruguay, entre otros), catálogos de exposiciones, boletines, revistas y libros (Guillermo Botero G. Escultor - Universidad de Caldas, Y fue un día -  Universidad Nacional de Colombia). En cuanto a medios audiovisuales se recopilaron documentales de carácter institucional (Video producidor por audiovisuales para el programa En cámara, Video producido por la Universidad de Caldas: Guillermo Botero un Alquimista del Arte), entrevistas para la radio y un cortometraje para cine producido en el año de 1978 bajo la llamada Ley de Sobreprecio (Titulado: La alquimia de los materiales), además de algunos videos realizados directamente por el artista. Todo este material a quedado consignado en un sitio web de acceso libre, el cual podrá ser consultado desde el link que se encuentra en el anexo final de este texto. También fue de suma importancia para este proyecto, la revisión que se hizo a algunos colegas y contemporáneos (Alipio Jaramillo Giraldo, Pedro Nel Gómez, Ramón Barba, entre otros), y a los condicionamientos políticos, sociales y culturales de la época donde se desarrolló el trabajo de Botero Gutierrez, para así mirar la naturaleza y rumbos de la obra de este artista desde el entorno por el cual se vio influenciada.